Una mascota debe representar un valor agregado para su marca. Sin embargo, hay muchos errores que puede cometer que estropearán su marca. Para ayudarlo a crear su mascota, estos son los escollos que debe evitar.

Los estereotipos

Tu mascota debe lucir siempre neutra y sin clichés. De hecho, los clichés físicos y culturales pueden sorprender a los consumidores, ya que transmitirán una imagen estrecha de su negocio. Por eso, evita las caricaturas y los estereotipos.

Podemos citar, por ejemplo, la marca Banania que ha elegido al amigo Y'a bon como mascota. Era un personaje senegalés de sonrisa exagerada, vestimenta colonialista y poco conocimiento de la lengua francesa. Evidentemente, esta relación directa entre Senegal y la época colonialista no fue unánime. El impacto fue tal que la marca se vio obligada a quitarse su mascota .

Una mascota demasiado presente

Tu mascota debe ser entrañable y notable. Sin embargo, siempre debe seguir siendo una "herramienta" de comunicación entre su marca y sus clientes. De hecho, su marca y su imagen deben ser la prioridad. Por esta razón, es importante que no se robe el espectáculo siendo demasiado prominente.

Una mascota que esté demasiado presente y usada en exceso será fácilmente reconocible por los consumidores. Sin embargo, eclipsará su marca y los consumidores solo conocerán a su mascota. Entonces sus productos serán menos atractivos para ellos desde el momento en que no haya ninguna efigie de su mascota en el empaque.

Podemos, por ejemplo, citar a Mr Clean, que ha sido tan explotado que un gran número de consumidores desconocen la marca que lo creó. A diferencia, la mascota de Cetelem es más discreta. De hecho, esta mascota está muy presente pero no puede hablar.

Un cambio demasiado abrupto

Algunas empresas ya tienen su mascota pero quieren cambiarla para adaptarse a las nuevas tendencias. Puede parecer una buena idea, pero un cambio demasiado repentino podría empañar la imagen de su empresa.

Debe recordarse que el propósito principal de una mascota es crear un vínculo con los consumidores. Esto significa que con el paso de los años se irán pegando a tu mascota y la habrán convertido en la imagen de tu empresa. Matar a una mascota creará desencanto.

Para ilustrar esta trampa tan frecuente, podemos citar la marca Malabar, que repentinamente reemplazó a su mascota por el gato Mabulle. Dado que la antigua mascota había estado en el centro de atención durante años, este cambio repentino provocó comentarios negativos de los consumidores que se sintieron decepcionados al ver que su personaje infantil era reemplazado por otro.

Si realmente desea cambiar de mascota, es necesario comenzar un cambio gradual. Sin embargo, cambiar de mascota con demasiada frecuencia puede hacer que pierda la ventaja de tener una: una buena identidad visual a los ojos de sus consumidores.